Córdoba (Argentina, 1947). Proyectista de equipos hidráulicos. Reside en Cerdanyola del Vallés desde 1987, y en España desde 1974. Perteneció al grupo Alga en su primera etapa desde 1985, con intermitencias, y es miembro también en el presente. Cultiva la poesía y la novela histórica.
LA LLEGADA
ASIGNACIÓN
SELVA
Nº88-89
LA CÁLIDA ESPESURA
EL YURUMÍ
ALGA nº86
EL BASILISCO
ALGA nº85
EL MILAGRO
ALGA nº84
LA TORMENTA
EL SERVIDOR
ALGA nº83
ADIÓS INTEMPORAL
NOCTURNA
ALGA nº76
QANLY BORUM
RETORNO
ALGA nº75
CANON
ALGA nº73/74
RASGOS
ALGA nº72
SIMBIOSIS
LA ESPERA
ALGA nº71
AL MONTE
CORONACIÓN
ALGA nº70
CRUCIS
TÉRMINOS
ALGA nº68
Los años sin tiempo
(sobre Jorge Luis Borges)
ALGA nº67
SOL NACIENTE
BORGES
ALGA nº67
ARTIFICIO
CINCO SILENCIOS
ALGA nº66
ENTREGA
ALGA nº65
EL SERVIDOR
ALGA nº65
EL INSTANTE
SAL (S.VIII)
ALGA nº64
RINCONES
INMEDIACIONES
ALGA nº63
Calla,...
ALGA nº60
SIMBIOSIS
(Noche de 1939)
Un tren que cruza Hungría
tan real que no era un sueño:
el tren era yo mismo
con los huesos de hierro.
Con ocultas descargas de cables y remaches
mis venas se sacuden.
Escucho los gemidos al empujar la nieve,
el crujido siniestro de las vías heladas.
Noto el humo en la cara
y el silbato incesante que cabalga conmigo.
Soy una mancha ingrávida que mira desde el aire
a ese dragón oscuro que rueda hacia el abismo,
un gusano menguante con cien ojos de fuego,
cabelleras de hielo en la estepa de Hungría.
Vuelvo al calor y siento
que duermo en un tren tibio
de caoba y de bronce.
LA ESPERA
(711, Guadalete)
No hay sangre hasta mañana,
dicen los capitanes.
Hoy campan las voces de prudencia;
el consejo dudoso,
el reproche sensato
y el recelo inminente que fabula el erial,
ese cuarto de milla
que señala el alcance de dardos y balistas.
Se refuerza la guardia
y los grillos discuten la ilusoria quietud.
No hubo quien jurara
no haber oído esa noche el roce de alguna sombra.
Pero el día recuenta el sitio de las cosas
y los hombres se miran, sorprendidos de vida.
Desde el campo contrario,
el pregón del muecín dispersa su plegaria
en tierra abierta.
Revista Alga, nº 71
Castelldefels, primavera 2014
AL MONTE
Cuando pises el monte
camínalo por mí;
el monte que nos daba
sus benévolas manos de sombra y arboleda
o las sordas espinas de un rastro
en el verano.
Si una fuerza piadosa me alumbrara
te daría la sal de mi cansancio
para entregarla, libre,
al soplo de la siega.
El sauce del arroyo sabe cosas
que a nadie más le dije.
Por él supe que la noche de estrellas
es un manto horadado por los picos
furiosos de pájaros secretos.
Si te acercas atento al viejo tronco,
de tu oído serán las confidencias.
Dale al viento del sur los pensamientos
que con cada tormenta fui abrigando.
A la helada del alba, cuyo aliento
me hizo fuerte, dile que estaré mañana,
y guarda la mentira;
al ocaso de grillos, que reclina la frente
de la tarde, que su amparo fue dulce;
pero al rubor del cielo, que desangra
las horas, que recoja mi sueño
en sus nubes ardientes
y que siga sin mí.
CORONACIÓN
(710)
Sigo los pasos del nuevo rey.
Soy el guardián.
Las puertas de la basílica se abren
y el vértigo del salmo
desploma la hondura repentina.
Oran los magnates
y oran los obispos;
el incienso ofrenda las almas.
Se prosterna la corte al paso de Rodrigo.
En la faz del monarca, un temblor pronuncia
el juramento canónico:
el abrupto deber de cobijar Hispania.
No todas las miradas enumeran lealtad.
Antes de un año obrará la traición.
En las gradas del atrio,
victorioso es el aire de Toledo.
Sumido en majestad, Rodrigo asiente,
reina, colmado de su pueblo.
Miro la púrpura regia de su espalda.
Un presagio me alcanza.
Revista Alga, nº 70
Castelldefels, otoño 2013